clic
aquí

Mente

No podemos amar lo que no conocemos. Dios es el misterio más profundo, pero se ha revelado completamente a sí mismo en Jesucristo. Para irradiar el amor de Jesús, primero necesitamos conocer sobre Él, sobre su vida y sus obras.

Corazón

Es extraño ver un corazón lleno de paz en estos días. Sin embargo, Jesús nos dice que “no se turbe vuestro corazón”. Y nos da paz a través del Espíritu Santo (Juan 20, 21). Nuestros corazones están inquietos, hasta no descansar en Él. Estarán inquietos hasta que no le demos a Él, el estrés, caos y confusión de nuestras vidas modernas.

Manos

No podemos adorar a Dios en el altar, si lo ignoramos a través de muchas personas que padecen hambre en las calles. Jesús dijo “lo mismo ocurre con la fe: si no produce obras, es que está muerta” (Santiago 2, 15-17). Nuestra fe debe verse irradiada en las obras de cada día, obras de amor y misericordia por todos aquellos que sufren.